Cómo la economía explica todas nuestras decisiones
El autor se sirve de los principios económicos para explicar la lógica que subyace en las decisiones humanas, incluso en las que a simple vista parecen más descabelladas o irracionales. Ninguna actividad escapa al ojo detectivesco de Hardford y lo mismo indaga los motivos por los que en nuestros días prolifera el sexo oral entre los adolescentes, o por qué las prostitutas mexicanas asumen grandes riesgos al no exigir a sus clientes que usen preservativo. ¿Puede ser racional el racismo? Vivir en el campo no es tan ecológico como hacerlo en la ciudad. En la ciudad los desplazamientos son más cortos, se pueden utilizar medios de transporte colectivos, se puede hacer la compra en lugares mucho más cercanos a casa. En las ciudades, por otra parte, hay muchas más personas de las que se puede aprender.
Leyendo este libro se puede aprender incluso a jugar al póker, ya que desvela los motivos por los que conviene hacer faroles. La vida real es un juego en que hay que marcarse faroles y tratar de averiguar qué es lo que el otro piensa que vamos a hacer. Von Naumann, autor de la teoría de los juegos, en la que supone que los demás son genios también, y Schelling, que mediante lo que vino a llamar egonomía, desarrolló la adicción como una guerra civil mental, aparecen continuamente en la obra.
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