“Como Caer Bien a Los Demás En Menos De 90 Segundos", de Nicholas Boothman promete dar las claves para dicho propósito.
El secreto del éxito no se es muy difícil de entender. Cuanto mejor te relaciones con la gente, mejor será tu calidad de vida.
Descubrí por primera vez los secretos de llevarse bien con la gente durante mi estancia como fotógrafo publicitario y de moda. Tanto como si trabajaba con 1 sola modelo para su página de ligue como si lo hacía con 400 personas a bordo de un barco para promocionar una compañía de cruceros noruegos, resultaba bueno, que para mi la fotografía consistía más en conectar con la gente que en presionar la cámara. Era raro, no importaba si la instantánea la tomaba en el vestíbulo del hotel Rita de San Francisco o en una barranca destartalada en la orilla de una montaña en África, los principios a la hora de establecer relacionarse eran universales. Según lo que puedo recordar, siempre me ha resultado fácil llevarme bien con la gente. ¿Acaso en un don? ¿Seria una cosa que podríamos llamar un talento natural para llevarse bien con la gente o se trata de algo que vamos aprendiendo poco a poco? Y si puede aprenderse, ¿puede enseñarse?
Decidí averiguarlo. Durante los 25 años de mi carera como fotógrafo para revistas de todo el mundo, aprendí que la actitud y el lenguaje corporal eran estupendos para crear una impresión visual llena de fuerza; los anuncios de las revistas disponen de menos de dos segundos para captar la atención del lector. También era consciente de que existía una manera de usar el lenguaje corporal y la voz que permitía que personas a las que no conocía se sintieran cómodas y cooperaran. Por último también me di cuenta de que un puñado de palabras bien elegidas podía evocar una expresión, un estado de ánimo, una acción, en casi cualquier persona. Con estas certezas en la mochila, decidí sumergirme un poco más en el asunto. ¿Por qué es más fácil colaborar con ciertas personas que con otras? ¿Por qué puedo mantener una interesante conversación con una persona a la que acabo de conocer, mientras que otra gente puede considerar a esta misma persona cargante o incluso amenazadora? Obviamente, debe suceder algo en un nivel situado por debajo de nuestra consciencia superficial, ¿pero qué es? Me encontraba en este punto de mi indagación cuando me topé con la primera de las obras de los doctores Richard Bandler y John Grinder para la UCLA, acerca de un tema de nombre poco manejable, la Programación Neurolingüística.
Como Caer Bien A Los Demás En Menos De 90 Segundos Nicholas Boothman Muchas de las cosas que había estado haciendo de forma intuitiva en mi trabajo como fotógrafo, estos dos expertos y sus colegas las habían documentado y analizado como «el arte y la ciencia del desarrollo personal». Entre un manantial de nuevas sugerencias, revelaban que cada persona tiene un «sentido favorito». Si se encontraba este sentido, se podía disponer de la llave para desbloquear el corazón y la mente de dicha persona.
A medida que se iba clarificando mi nuevo camino, aparqué por un tiempo las cámaras y decidí enfocar no sólo el aspecto exterior de la gente, sino el modo en que funcionaba en su interior. Durante los años siguientes, estudié con el doctor Bandler en Londres y en Nueva York, y obtuve un diploma de Experto en Programación Neurolingüística. Estudié Patrones de Lenguaje en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, y exploré cada detalle relacionado ron la parte del cerebro vinculada a la capacidad de los humanos para relacionarse.
Trabajé con actores, con cómicos y con profesores de arte dramático en Hitados Unidos y con narradores de cuentos orales en África, a fin de adaptar dichas informaciones improvisadas y convertirlas en ejercicios que permitieran enriquecer las capacidades conversacionales.
Desde entonces he recorrido el mundo participando en seminarios y charlas, trabajando con todo tipo de grupos e individuos, desde equipos de ventas a profesores, desde líderes de organizaciones que pensaban que lo sabían todo hasta niños tan tímidos que la gente consideraba que sufrían de dificultades de comprensión.
Y de ello resultó clara una cosa: caer bien a la gente en 90 segundos o menos es una habilidad que se puede enseñar a cualquier persona de una manera fácil y natural. En todas partes me decían: «Nick, es asombroso. ¿Por qué no lo escribes?» En fin, los escuché y lo hice. Y aquí está el resultado. (El autor)
El secreto del éxito no se es muy difícil de entender. Cuanto mejor te relaciones con la gente, mejor será tu calidad de vida.
Descubrí por primera vez los secretos de llevarse bien con la gente durante mi estancia como fotógrafo publicitario y de moda. Tanto como si trabajaba con 1 sola modelo para su página de ligue como si lo hacía con 400 personas a bordo de un barco para promocionar una compañía de cruceros noruegos, resultaba bueno, que para mi la fotografía consistía más en conectar con la gente que en presionar la cámara. Era raro, no importaba si la instantánea la tomaba en el vestíbulo del hotel Rita de San Francisco o en una barranca destartalada en la orilla de una montaña en África, los principios a la hora de establecer relacionarse eran universales. Según lo que puedo recordar, siempre me ha resultado fácil llevarme bien con la gente. ¿Acaso en un don? ¿Seria una cosa que podríamos llamar un talento natural para llevarse bien con la gente o se trata de algo que vamos aprendiendo poco a poco? Y si puede aprenderse, ¿puede enseñarse?
Decidí averiguarlo. Durante los 25 años de mi carera como fotógrafo para revistas de todo el mundo, aprendí que la actitud y el lenguaje corporal eran estupendos para crear una impresión visual llena de fuerza; los anuncios de las revistas disponen de menos de dos segundos para captar la atención del lector. También era consciente de que existía una manera de usar el lenguaje corporal y la voz que permitía que personas a las que no conocía se sintieran cómodas y cooperaran. Por último también me di cuenta de que un puñado de palabras bien elegidas podía evocar una expresión, un estado de ánimo, una acción, en casi cualquier persona. Con estas certezas en la mochila, decidí sumergirme un poco más en el asunto. ¿Por qué es más fácil colaborar con ciertas personas que con otras? ¿Por qué puedo mantener una interesante conversación con una persona a la que acabo de conocer, mientras que otra gente puede considerar a esta misma persona cargante o incluso amenazadora? Obviamente, debe suceder algo en un nivel situado por debajo de nuestra consciencia superficial, ¿pero qué es? Me encontraba en este punto de mi indagación cuando me topé con la primera de las obras de los doctores Richard Bandler y John Grinder para la UCLA, acerca de un tema de nombre poco manejable, la Programación Neurolingüística.
Como Caer Bien A Los Demás En Menos De 90 Segundos Nicholas Boothman Muchas de las cosas que había estado haciendo de forma intuitiva en mi trabajo como fotógrafo, estos dos expertos y sus colegas las habían documentado y analizado como «el arte y la ciencia del desarrollo personal». Entre un manantial de nuevas sugerencias, revelaban que cada persona tiene un «sentido favorito». Si se encontraba este sentido, se podía disponer de la llave para desbloquear el corazón y la mente de dicha persona.
A medida que se iba clarificando mi nuevo camino, aparqué por un tiempo las cámaras y decidí enfocar no sólo el aspecto exterior de la gente, sino el modo en que funcionaba en su interior. Durante los años siguientes, estudié con el doctor Bandler en Londres y en Nueva York, y obtuve un diploma de Experto en Programación Neurolingüística. Estudié Patrones de Lenguaje en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, y exploré cada detalle relacionado ron la parte del cerebro vinculada a la capacidad de los humanos para relacionarse.
Trabajé con actores, con cómicos y con profesores de arte dramático en Hitados Unidos y con narradores de cuentos orales en África, a fin de adaptar dichas informaciones improvisadas y convertirlas en ejercicios que permitieran enriquecer las capacidades conversacionales.
Desde entonces he recorrido el mundo participando en seminarios y charlas, trabajando con todo tipo de grupos e individuos, desde equipos de ventas a profesores, desde líderes de organizaciones que pensaban que lo sabían todo hasta niños tan tímidos que la gente consideraba que sufrían de dificultades de comprensión.
Y de ello resultó clara una cosa: caer bien a la gente en 90 segundos o menos es una habilidad que se puede enseñar a cualquier persona de una manera fácil y natural. En todas partes me decían: «Nick, es asombroso. ¿Por qué no lo escribes?» En fin, los escuché y lo hice. Y aquí está el resultado. (El autor)
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